domingo, 22 de febrero de 2009

EL POLVO DEL SIGLO por JJS

Francisco Mepollas entró en la discoteca Bezón. Se acercó a la primera rubia que vio.
–Buenas noches –le dijo.
–Buenos días –respondió ella, intentando quitárselo de encima.
–Te invito a una copa.

“Eso ya está mejor” pensó ella. Pidieron dos destornilladores y una llave inglesa para ajustar una tuerca del taburete de Francisco que estaba un poco suelta.
–¿Estudias o trabajas? –preguntó la rubia.
–Ninguna de las dos cosas. Estoy en paro.
–Lo siento.
–¿Y tú?
–Estudio periodismo.
–Lo siento.
–Y yo. Bueno, ¿qué? ¿Follamos?
–¿En tu casa o en la de mis padres?
–En la mía, en la mía.

Quince minutos después entraron en la casa de la rubia.
–Me gusta tu moqueta –Francisco dixit.
–¿Moqueta? ¿De qué coño hablas, subnormal? Ah, vale. No es moqueta, es polvo. No limpiamos desde el siglo XIX.
–¡Joder! ¡Menuda cerda! ¿Dónde follamos?
–En el baño.
–¿En el baño? Vale.

Y allí le encontró su madre (la de Francisco), en el baño, haciéndose una paja con una cerveza en una mano y lo que ya sabemos en la otra.

EL POLVO DEL SIGLO… XIX.

30-06-07

(Publicada en el número 19,5).

No hay comentarios: